Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



16 may 2013

La caja de juguetes

¡Buenas! Esta será una canción feliz: he vuelto a hallar mis juguetes.

Me gusta el candor de la noche, este humo de café recién tostado que me hace toser. Puede que llueva… hace poco ha llovido.

¡Venga!, vamos a bailar con esta canción, póngala a todo volumen. Sonría, le viene bien el pilates a las mejillas: 1, 2, 3… 1, 2, 3… ¡estire! Fíjese: el corazón de Neruda tenía 4 costados cuando era feliz*, ¡el mío tiene 6 caras! Cubito que vibra con las trompetas, siento gusto al sonreír. Yo también tengo derecho a sentirme más inmenso que el mundo que abraza cada pájaro con sus alas.

¡Anda! Pongamos a Sinatra a cantar You are the sunshine of my life y dediquémosla a ella, género femenino, caprichos de mujer: la vida. La vida, que es inmensa, que está en todas partes y que morirá conmigo: ella.

¡Órale!, vamos a cerrar los ojos y a brincar sobre la cama… que me niego a ser una lima y a amagarme con los golpes. Quiero ser un fruto gordo, jugoso, colorido e inmenso como las sandías.

¡Mamá, soy feliz!, otra vez he hallado cada idea feliz. Me siento como cuando papá me devolvió la caja, la que yo había olvidado en la mudanza, con mis juguetes.


* Pablo Neruda. Oda al día feliz.

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