Me he puesto a observar el sendero por el que me ha llevado la vida, por todo lo que traigo a cuestas (lo bueno que se me ha pegado en la piel) y me siento bien. Me siento bien. Me siento volar. Creo poder palpar mi espíritu (palabra con significado impreciso para muchos, incluso para mí, pero que me satisface) y mi alma. Creo poder tocarme y verme, contemplarme. (Seguramente será, si bien no mejor, distinto más adelante, pero por ahora estoy de acuerdo con ello). No sé, no sé por qué, no me importa, pero esta noche me siento bien.
que alegria el poder mirar y sentirnos bien de lo que hemos sido, de lo que somos, placer de pocos a mi parecer, pero sobre todo, que alegria saber que aun nos queda un mañana para poder ser mejor. Saludos! :)
ResponderEliminarApenas hoy me dí cuenta del comentario, muchas gracias. Y sí, faltan muchos mañanas. Mis mejores deseos también para tí y un abrazo de vuelta.
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