Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



18 may 2011

Del amor propio

No bastan las migajas, ya me cansé de las limosnas. No ha servido de mucho enviar el currículum (entiéndase: el catálogo de mis virtudes ante ojos femeninos). Mi corazón es como el queso de Chiapas, el que venden envuelto en celofán amarillo: necesita más calor que lo normal para derretirse. Abrimos, pues, la convocatoria: mujer joven, inscríbase si cree merecerle, si tiene intención (¡las agallas!) de ofrecer, de respetar, de querer... tanto como yo. Inscríbase, si, al igual que un humilde servidor, gusta de las palabras de amor, las flores en los libros. No dude, por favor, acérquese, si prefiere las vivencias poéticas y las tardes de café y de lluvia, a los simples y amarillos días de sol.

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