
Integrales inmediatas, cambios de variables, polvo, calculitos de análisis complejo mal comprendidos, ecuaciones en derivadas parciales, modelos prdador-presa, gavillas, la teoría de esquemas muy por encima de mi entendimiento, transformaciones lineales, ejercicios de geometría, la factura de la bicicleta perdida, notas de teoría grupos, tareas que nunca devolví a mis alumnos, boletas de calificaciones, clases de topología y escrituras al margen como "¿qué es un cociente?"... Exámenes viejos, correcciones de alumnos más avanzados que yo, polvo, pases gratis al museo en que trabajé, anillos conmutativos, polvo, la credencial del Archivo General de la Nación, cortaduras de Dedekind... Soliloquios, corazones con su nombre en el centro, cartas de amor frustradas (nunca entregadas), partes de un diario, módulos libres y prerradicales, borradores de declaraciones de amor, polvo, partituras en papel ya ácido por el tiempo de cuando tenía el pianito, historiales académicos, marcas de la taza con café, humedad, artículos impresos, trípticos de conciertos, volantes que versan "estudie en Alemania", notas escritas con dulzura por esa linda novia, tareas de análisis, humedad, diplomas de cursos, la cartilla de vacunación de cuando niño, invitaciones a conferencias, la guía donde estudié para el examen de admisión a la universidad, las primeras clases de Cálculo que preparé, (¿dónde quedó la cartilla del servicio militar?), ensayos, notas de los 'días' en francés, apuntes de alemán, curso de Análisis Matemático, fotocopias en inglés, ecuaciones diferenciales, flores secas haciéndose trizas, discos inservibles, polvo, polvo, humedad... mi corazón inflamado y las quejas de la garganta.
¿Qué aún me sirve... qué, ya no? ¿Qué plantas, árboles, flores, dentro de esta maraña de recuerdos olvidé (o no quise) regar?
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