Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



27 jul 2011

Tomando distancia


Así le decíamos en la primaria al modo de formarnos uno tras otro, donde cada uno de nosotros (salvo el primero) ponía la punta del dedo medio de la mano derecha sobre el hombro del niño de enfrente... y estiraba el brazo para después bajarlo. Imponíamos una sana separación entre nuestros cuerpos. Lo tengo en mente ahora que he decidido distanciarme por un tiempo, aislarme (de aquí, de otras personas, para acercarme a mí mismo).

Haré un viaje (ojalá largo) y preferiré la comodidad de la pluma y las atenciones del papel, al teclado de la computadora y esta pantalla que por las noches lastima los ojos. Lo necesito. Quiero saber si Thoreau tenía o no razón... y hasta dónde.

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