Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



2 mar 2014

La ausencia de Luz


2.03.2014
5.35 hrs.

No hay luz en mi cuadra y el diablo se pasea por las ventanas. Tienta a las muchachas, a los jóvenes, a todo aquél que en este pueblo "bicicletero" dice tener moral el día sábado, va a emborracharse a la fiesta en el salón de la esquina e irá a misa hoy domingo. (Hoy, porque ya dan las 5 de la mañana)


El diablo en la oscuridad, viendo la calle apenas iluminada por las lámparas de las habitaciones de enfrente, en que quizás se desviste, para dormir después de bailar, una muchacha.

No sabe de Dios, ni de fulgores sin placer, no se encamina a una salvación: es el demonio, es dueño de sí, es real. Mítico animal del medioevo el que ronda mi casa, la noche del día primero del mes de marzo, mes en que saldrá el sol y su despeinado rayo, a partir de unas horas.

Me alegra la oscuridad, con Luz, con la intuición de Luz (nombre y suceso, materia y acción). No me interesa el diablo por calle La Paz, ni lo que haga con nadie allá afuera. Me interesa O., "la que ayuda", la que hoy me llena, porque me ha mandado, enviado, besos. Hoy tengo los besos de O. Hoy tengo luz, pese a la negra calle, en mi cuarto.

Y soy más feliz, muy feliz, más alegre que el propio Diablo. 

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