Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



21 ago 2013

Dos poemas (fragmento)

En mi casa, colmena donde la única abeja
volando es el silencio,
la soledad ocupa los sillones
y revuelve las sábanas del lecho
y abre el libro en la página
donde está escrito el nombre de mi duelo.

La soledad me pide, para saciarse, lágrimas
y me espera en el fondo de todos los espejos
y cierra con cuidado las ventanas
para que no entre el cielo.

Soledad, mi enemiga. Se levanta
como una espada a herirme, como soga
a ceñir mi garganta.

Yo no soy la que toma
en su inocencia el agua;
no soy la que amanece con las nubes
ni la hiedra subiendo por las bardas.

Estoy sola: rodeada de paredes
y puertas clausuradas:
sola para partir el pan sobre la mesa,
sola en la hora de encender las lámparas,
sola para decir la oración de la noche
y para recibir la visita del diablo.

*Rosario Castellanos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aquí sus opiniones.