Ya son dos noches consecutivas que yo la sueño, Llorona... no he de decirle la manera, pero sí la posible explicación: quizás sollozamos (¿usted o yo?) por nuestros hijos... los de su espíritu y el mío... los que tal vez se están muriendo, sin que del todo hallan nacido.
Ya sabe usted: el amor frustrado de esta vida mía, vida veloz en los sentimientos... y todas esas cosas, "melcocha" del corazón...
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