La memoria

Un diario para mí solito (para mi propia vida), los libros, los periódicos, una revista de "actualidad", un documental, el mirar fijamente los ojos de las muchachas, una carta de amor, los pétalos disecados de las flores, la búsqueda del dinero, una película, la adoración-imitación del Che, la dedicatoria en un libro, tres amigos sonrientes en una fotografía, el vestido de 15 años de Almita, un códice, las acciones heróicas, una hermosa prueba de un difícil teorema, asesinatos, mentiras, la palabra en la piedra, un epitafio, un beso robado, una pintura... una lista creciente de sucesos que termina en la canción que la Venus Portuguesa me dedicó ayer, sucesos con una única finalidad: no me olvides. ¿Qué somos capaces de hacer para que se nos preserve en la memoria?, o mejor dicho, ¿qué hemos sido?

Los timbres postales.