Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



5 ene 2012

De vuelta

Otra vez los senderos, los caminos; pero ahora rumbo a mi vida, de vuelta a lo que es mío (al menos, temporalmente). Ahora que todo pasa deprisa en la ventana de este autobús, que aparece de pronto para luego consumirse, ahora que hasta yo soy pasajero, contemplo de lejos esta etapa efímera de mi vida y vislumbro lo que ha de venir. 

¿Qué de todo ésto es lo que siempre nos queda?, ¿qué de todo importa tanto como para permanecer? ¿Con qué recuerdos, modos de hablar, ideas, concepciones, vicios, uno se queda en lo que viene?... Más aún, ¿por qué todo ello me importa? 

¿Hasta dónde es uno capaz de elegir qué se queda y qué se va?

Virtudes y defectos. Quizás el saber distinguir entre ellos sea la respuesta. 

Bien me dijo Romeo, "somos el tiempo que nos queda"; o Israel, que la concepción de la muerte caracteriza nuestra vida. No debemos perder el tiempo. 

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