Cuaderno de sentimientos diabólicos
varios, propios y ajenos,
en este constante pedalear por la vida...



8 jul 2012

Caleidoscopio

Comitán.- Apuntes sin pulir.

Acordamos salir de viaje a las 11 de la mañana, hora en que mi tía ya tenía estacionado su carro fuera de casa de mamá. Un afectuoso saludo y un terrible dolor de músculos; un recorrido por calles de Comitán que ya (o que aún) no conozco, el denso follaje en la carretera con sus árboles, ramas y enredaderas estirándose desde la base del asfalto hasta el otro lado. Estamos en el sureste del país, viajamos aún más al sur, nos acercamos a Guatemala.

El famoso puente “Quita Calzón”, parte de la carretera que le lleva a uno al antiguo rancho, en el que nacieron mi mamá y su hermana (mi tía). Carretera, puente quita calzón, rancho, pláticas de las dos hermanas que habían vivido allí y que regresaban al lugar en que pasaron la niñez, regresaban juntas a sus recuerdos, la imagen de ellas en el asiento de adelante del coche; sus pláticas sobre cómo había terminado una persona después de ciertos años (fulana terminó flaca y vieja después de ser tan guapa, etc.)

La cercanía con Guatemala, la complexión de los campesinos hombres que me hacían recordar las facciones de mi abuelo materno.  El campesino que ví en bicicleta. La tierra roja que sólo he visto en Chiapas. El horrible calor.

La casa de la hija de la tía Lilia Dalila, la bebita, los perros pensativos y contemplativos. Parecido físico de la tía y su estatura pequeña. Lo “andariega” y el cuento Francisca y la muerte.

(Debería escribir el texto, no siendo esclavo del orden temporal de los sucesos).

Mi tía y las fotos a las flores, yo y la contemplación de los paisajes. Parecía como si ella quisiera quedarse sólo con la imagen de la flor y yo quisiera poseerla, pero arrancarla le quitaba la calidad de hermosura para tenerla conmigo. El precio de poseer las cosas. La Mecánica Cuántica: para saber la posición hay que perturbar el sistema, la calidad de observador y conocedor no es posible en su más sublime expresión. Qué pienso al respecto, los males que eso trae. Analogía con los libros. Aclarar que no se soy así con las personas.

La casa de tía Lilia. Abundar en descripciones sobre la disposición del jardín, el contraste entre lo pequeño de la casa y el amplio jardín; el baño y el lavadero, aparte. El fogón y todo lo que significa: mi abuela murió de enfisema, permite imaginar.  El color y la fascinación por los detalles: las fotografías.
Mi remedio (yerbabuena y tortilla quemada, recuerdo de papá, la historia de Jesús sobre la yerbabuena y el nombre de yerbabuena): la plática de tía Lila (aún no hay mujer, en tanto que esposa: la vas a encontrar, la vas a tener, así es el hombre. Pensamientos muchos en Ella), plática agradable que se desarrolla mientras llueve, sentados en sillas simples. Su énfasis en las flores azules: no sé cómo se llaman, qué importa el nombre: las tengo y son bonitas.

La riqueza de la pobreza: la calidad humana, la experiencia que deja el sufrimiento, compasión (comprender la situación del otro, como si fuese uno … ¿es compasión? ¿Cómo habla de eso Kundera en la Insoportable Levedad del Ser?)

El sueño de mi tía en el suelo. Mi cansancio en ese mismo sitio. El sueño y el arrullo de la lluvia. Paz, viejos recuerdos, mismos recuerdos, vistos desde más lejos. Voy a cumplir 27 años.

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